¿Qué ES UN CURSO DE RETIRO?
Los retiros espirituales han sido utilizados durante siglos por los cristianos para mejorar su vida espiritual. Hasta hace unos años era fácil tener ocasión de hacer uno. Hoy es menos frecuente. Y sin embargo, resultan particularmente necesarios porque estamos inmersos en una cultura caracterizada por la ausencia de trascendencia.
Con estas letras - bastarán cinco minutos para leerlas - explicaremos lo que es y para qué sirve un curso de retiro para que muchas más personas puedan beneficiarse de este medio tan práctico hoy día.
1. CULTURA DEL BIENESTAR
Jamás el hombre en toda su historia soñó con un grado de confort como el que disfruta hoy en los países del primer mundo. Nadie duda de que eso es un gran logro humano. Pero, por otro lado, ¿a quién se le escapa a estas alturas que ese grado de confort no siempre satisface plenamente al espíritu humano? En un ambiente de consumismo y de hedonismo se produce la asfixia del hombre espiritual cuyos afanes e impulsos espontáneos quedan adormecidos y se van apagando poco a poco hasta llegar casi a desaparecer como el rescoldo entre las cenizas.
"Todos somos testigos de los tristes efectos de esa ciega sumisión al mero consumo en primer término, una forma de materialismo craso y, al mismo tiempo, una radical insatisfacción porque cuanto más se posee más se desea, mientras las aspiraciones mas profundas quedan sin satisfacer y quizá incluso sofocadas" (Juan Pablo II)
2. LA PRISA
Nunca hemos vivido mejor, pero nunca hemos vivido tan agitados. Por algo decía Séneca aquello de: "el hombre (¡la mujer!) agotado de quehaceres, en nada se ocupa menos que en vivir".
3. DENTRO DE LA ESPIRAL
Muchos son conscientes de que están metidos en una dinámica humanamente empobrecedora. Sienten vagamente que en su vida -tan llena de ciertas cosas- falta algo. Pero no saben cómo cambiar el curso de las cosas. El trajín del día a día, en el que no queda demasiado tiempo, amortigua luego esos vagos deseos de cambio. Y todo sigue igual. Es la dialéctica de lo urgente. Siempre hay algo urgente que nos impide encontrar tiempo para lo verdaderamente importante. "Y pasan los años sin que nos demos cuenta como esas estaciones en las que el tren no para "( R. Knox).
4. UN PARÓN NECESARIO
"¿Qué estoy haciendo con mi vida?¿Para quién estudio de esta manera? ¡Qué se detenga el mundo un par de días! ¡Necesito pensar!". Pues bien... en cierto sentido, un curso de retiro hace realidad ese "milagro". La paz de unos días de curso de retiro sirve para pensar con calma en lo importante - lejos de lo que el poeta llamaba mundanal ruido- y poner un poco de orden en las ideas. Estudio, familia, amistades, vida cristiana... ¿Está cada cosa en su sitio?
Procurad hacer un poco de silencio también vosotros en vuestra vida para poder pensar, reflexionar y orar con mayor fervor y hacer propósitos con más decisión. Hoy resulta difícil crearse "zonas de desierto y silencio" porque estamos continuamente envueltos en el engranaje de las ocupaciones, en el fragor de los acontecimientos y en el reclamo de los medios de comunicación, de modo que la paz interior corre peligro y encuentran obstáculos los pensamientos elevados que deben cualificar la existencia del hombre (Juan Pablo II)
5. "DESCONECTAR"
Apartarse del bullicio, retirarse unos días, buscar el silencio para pensar ¿No será huir del mundo? ¿Acaso es malo el mundo?. No. Un cristiano corriente debe amar apasionadamente el mundo en el que vive. La agitación, el ruido, el bullicio de la sociedad moderna son para él su medio natural en el que se encuentra a gusto, como pez en el agua. Unos días de retiro nos ayudan no a renegar del mundo sino a distanciarnos lo justo para poder encontrar - en palabras de San Josemaria- "ese algo divino, escondido en las situaciones más comunes".
6. ¿UN DIOS LEJANO?
En una cultura materialista Dios ha llegado a ser para tantas y tantos un ser profundamente extraño. "Pero... Dios ¿existe todavía?". El hombre del siglo XXI es torpe para lo religioso. Dios suele quedar demasiado lejos de sus intereses diarios y, en otros casos, es una pieza molesta que estorba o incomoda el proyecto vital de modo que se arrincona. Unos días de retiro sirven para descubrir un Dios cercano, presente en el entramado de nuestra vida diaria.
Con estas letras - bastarán cinco minutos para leerlas - explicaremos lo que es y para qué sirve un curso de retiro para que muchas más personas puedan beneficiarse de este medio tan práctico hoy día.
1. CULTURA DEL BIENESTAR
Jamás el hombre en toda su historia soñó con un grado de confort como el que disfruta hoy en los países del primer mundo. Nadie duda de que eso es un gran logro humano. Pero, por otro lado, ¿a quién se le escapa a estas alturas que ese grado de confort no siempre satisface plenamente al espíritu humano? En un ambiente de consumismo y de hedonismo se produce la asfixia del hombre espiritual cuyos afanes e impulsos espontáneos quedan adormecidos y se van apagando poco a poco hasta llegar casi a desaparecer como el rescoldo entre las cenizas.
"Todos somos testigos de los tristes efectos de esa ciega sumisión al mero consumo en primer término, una forma de materialismo craso y, al mismo tiempo, una radical insatisfacción porque cuanto más se posee más se desea, mientras las aspiraciones mas profundas quedan sin satisfacer y quizá incluso sofocadas" (Juan Pablo II)
2. LA PRISA
Nunca hemos vivido mejor, pero nunca hemos vivido tan agitados. Por algo decía Séneca aquello de: "el hombre (¡la mujer!) agotado de quehaceres, en nada se ocupa menos que en vivir".
3. DENTRO DE LA ESPIRAL
Muchos son conscientes de que están metidos en una dinámica humanamente empobrecedora. Sienten vagamente que en su vida -tan llena de ciertas cosas- falta algo. Pero no saben cómo cambiar el curso de las cosas. El trajín del día a día, en el que no queda demasiado tiempo, amortigua luego esos vagos deseos de cambio. Y todo sigue igual. Es la dialéctica de lo urgente. Siempre hay algo urgente que nos impide encontrar tiempo para lo verdaderamente importante. "Y pasan los años sin que nos demos cuenta como esas estaciones en las que el tren no para "( R. Knox).
4. UN PARÓN NECESARIO
"¿Qué estoy haciendo con mi vida?¿Para quién estudio de esta manera? ¡Qué se detenga el mundo un par de días! ¡Necesito pensar!". Pues bien... en cierto sentido, un curso de retiro hace realidad ese "milagro". La paz de unos días de curso de retiro sirve para pensar con calma en lo importante - lejos de lo que el poeta llamaba mundanal ruido- y poner un poco de orden en las ideas. Estudio, familia, amistades, vida cristiana... ¿Está cada cosa en su sitio?
Procurad hacer un poco de silencio también vosotros en vuestra vida para poder pensar, reflexionar y orar con mayor fervor y hacer propósitos con más decisión. Hoy resulta difícil crearse "zonas de desierto y silencio" porque estamos continuamente envueltos en el engranaje de las ocupaciones, en el fragor de los acontecimientos y en el reclamo de los medios de comunicación, de modo que la paz interior corre peligro y encuentran obstáculos los pensamientos elevados que deben cualificar la existencia del hombre (Juan Pablo II)
5. "DESCONECTAR"
Apartarse del bullicio, retirarse unos días, buscar el silencio para pensar ¿No será huir del mundo? ¿Acaso es malo el mundo?. No. Un cristiano corriente debe amar apasionadamente el mundo en el que vive. La agitación, el ruido, el bullicio de la sociedad moderna son para él su medio natural en el que se encuentra a gusto, como pez en el agua. Unos días de retiro nos ayudan no a renegar del mundo sino a distanciarnos lo justo para poder encontrar - en palabras de San Josemaria- "ese algo divino, escondido en las situaciones más comunes".
6. ¿UN DIOS LEJANO?
En una cultura materialista Dios ha llegado a ser para tantas y tantos un ser profundamente extraño. "Pero... Dios ¿existe todavía?". El hombre del siglo XXI es torpe para lo religioso. Dios suele quedar demasiado lejos de sus intereses diarios y, en otros casos, es una pieza molesta que estorba o incomoda el proyecto vital de modo que se arrincona. Unos días de retiro sirven para descubrir un Dios cercano, presente en el entramado de nuestra vida diaria.